
Nos privatizan el agua y no nos damos cuenta
“Queremos fuera a la Conagua”. Esta fue una de las principales exigencias que hicieron varios pueblos Cholultecas en la manifestación que se llevó a cabo el 26 de agosto frente a las oficinas de la Comisión Nacional del Agua en Puebla. Alrededor de las 11 de la mañana, las personas que están sufriendo las consecuencias del desbastó de este recurso, cerraron la avenida, colgaron sus mantas e inició la protesta.
Desde la creación de la Conagua en 1989 y su llegada a la región, el acceso al agua, no solo no me mejoro, sino que empeoró y acusan que esto se debe en gran medida a todas las concesiones que se han dado a distintas empresas para extraer el recurso que originalmente era de los pueblos. Lo que hace el modelo de gestión del agua en México, es extraer el recurso de las regiones donde hay pueblos originarios, ejidatarios, campesinos, sin importar las implicaciones a futuro.
Uno de los casos más mencionados en esta región, es el de la marca Bonafont, la cual provocó socavones en la zona por la explotación del recurso hídrico, al igual redujo el acceso al agua para las comunidades; tras manifestaciones, la planta de Bonafont cerró, y el agua regresó.
La desinformación en este tipo de temas provocan críticas hacia estos grupos colectivos por las acciones drásticas que tienen que tomar para recuperar lo que el gobierno no protege. Los manifestantes en este tipo de protestas, no son gentes sin quehacer, son víctimas que están hartas de ver sus vidas afectadas por empresas que solo buscan apropiarse y explotar los recursos para mantener en pie sus negocios; claro, las empresas ocupan de esto para seguir produciendo lo que consumimos, el problema está en el gobierno que entrega estas concesiones, sin importar las consecuencias que pueda generar en el territorio otorgado.
Esto no es un problema que solo se presente en la región Cholulteca, lo que nos deja ver la lógica de privatización que tiene la ley de agua en México, porque no está enfocada en la distribución equitativa como un derecho, sino a la explotación por parte de privadas. Esta gestión del agua no puede seguir, poco a poco el recurso se privatiza y no nos estamos dando cuenta.




